miércoles, 23 de marzo de 2011

Borrador

Doctrinas en evolución


La rivalidad de pensamientos lo resumimos de manera práctica:


Antes, Capitalismo vs Socialismo o Comunismo

Ahora, Propiedadismo


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro

lunes, 21 de marzo de 2011

Derechistas e izquierdistas son liberales ideológicos


Los grupos que integran cualquier sociedad, antes de sus actividades, tienen filosofías o doctrinas que orientan los caminos de la vida.


Dichos grupos se identificaron con la doctrina de la derecha liberal, desarrollando la ideología del capitalismo y otros pensamientos. Otros grupos se hicieron llamar de izquierda.


La esencia del saber o procedimiento es liberar cada vez más a la persona humana, por ejemplo, la independencia política, económica, de los males o riesgos de la naturaleza, etc.


En tal sentido, ideológicamente, los pensamientos de la derecha y la izquierda son liberales, en su condición de saber o conocimiento; tienen la tarea de liberar cada vez más a la persona de las imperfecciones de la naturaleza, conforme se constata en la vida, la historia y en sus condiciones de doctrinas sociales, económicas y políticas.


Las sociedades se dividen en clases, según la sociología. El Perú, similar a las naciones subdesarrolladas, se divide en clase emergente o clase emprendedora, fundamentalmente, integrada por micros, pequeños, medianos, empresarios, la clase media que también lucha por emerger y la clase alta.


Dichos sectores compiten, por el poder, el mercado predial, por los terrenos, mejores condiciones de vida, de inversión, etc. Mientras que los grandes inversionistas exigen menores o mejores costos de producción, los representantes de los otros grupos emergentes exigen dichas condiciones de la misma manera. Eso es competencia.


Los de la clase alta se agruparon, por su defensa legítima, en la derecha liberal, y la producción de doctrinas políticas, económicas, sociales, o procedimientos.


No existiendo la izquierda liberal. Que, filosóficamente debe existir, conforme se ha demostrado, con la existencia de clases en competencia, no en lucha, características de tiempos no modernos. Y la producción de doctrinas o pensamientos políticos, económicos, sociales, o procedimientos.


La competencia existe en todas las actividades humanas, y produce evolución, excelencia, obliga a mejorar, etc.


La no existencia de la competencia, obviamente, produce lo contrario, el mal o la no excelencia, la no evolución.


Sabiendo que la competencia se desarrolla con no menos de dos competidores, en el aspecto doctrinario que analizamos no existe competencia, que se constata con la existencia del liberalismo derechista y la no existencia del liberalismo izquierdista, teniendo en cuenta, además, que respetan la doctrina del mercado, eliminándose los antagonismos de generaciones.


La denominación es trascendente. Por eso, existe el nombre propio que lo hace inconfundible e identifica a la persona, al grupo, la idea, de manera certera.


Y por consiguiente, el liberalismo, por ser función común, le pertenece a ambos grupos, que obliga a elaborar, también, de esa perspectiva, sus modernas y claras doctrinas económicas, políticas.


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro


domingo, 20 de marzo de 2011

Doctrina del mercado ideal

Durante más de un siglo doctrinarios exaltaban al mercado, especificando su condición de mercado libre, y teniéndolo de ideal. Los otros, criticaban al mercado de cruel o insensible.
El Perú que siempre ha producido intelectuales en toda su historia, vive la evolución de dichas doctrinas, que, además, de sus simpatizantes sus competidores lo notarán.
Autor : Leonidas M. Bustamante Fierro

viernes, 18 de marzo de 2011

Doctrinas de mercados


Los capitalistas e izquierdistas tienen sus doctrinarios, cuerpos de guerra, simpatizantes. Los que conocen la historia saben de las guerras que desarrollaron dichas facciones por la superioridad de tal o cual ideología. Y todos pueden saberlo porque está escrito en la historia.


Todos coinciden que el capitalismo venció al comunismo. Lo cual es un error.


Pues, el capitalismo no ha vencido el subdesarrollo de los países emergentes. Ni siquiera, desarrolló sus estructuras capitalistas en los países subdesarrollados teniendo políticas en dicha dirección.


Permitió la superioridad del capitalismo y sus sistemas de represión social, la fortuita aparición del petróleo a inicios del siglo XIX, abaratando los distintos procesos productivos de las industrias.


El capitalismo estructuralmente son industrias, estas se basan en el petróleo – el etanol es aplicable en ciertos lugares -, su desaparición implica volver a las contradicciones sociales, políticas, antiguas, porque todas sus industrias y la misma humanidad depende del petróleo.


Por lo tanto, dicho sistema no es perfecto.


Los izquierdistas, tampoco triunfaron, no solamente su ideología fue vencida, sus doctrinarios, cuerpos de guerras, simpatizantes, además, de vencidos, fueron dominados.


Cual fue el error de los izquierdista, preocuparse del bien social con políticas o programas socio-económicas, olvidándose de la natural evolución del individuo y de los grupos. Negando que la persona humana es individual, valorando lo social. No debió reprimir la iniciativa o emprendimiento individual, fomentarla. Ser individualista es malo, el error doctrinario. La persona es naturalmente individual y social. Y los capitalistas promoviendo la propiedad individual, pero, cuando le conviene conservan la propiedad comunista.


Pues, la propiedad capitalista y el comunista existen, no se ha extinguido. Lo cual nos indica que los enfrentamientos o guerras por la desaparición o preeminencia dichas ideologías fueron innecesarios. Chile, el ejemplo del capitalismo, tiene su empresa de propiedad comunista o estatal, la CODELCO, que sustenta su progreso.


Todavía hay grupos que se identifican con la ideología izquierdista y, también, con la ideología del capitalismo, pero, se presentan en la condición de creyentes del mercado libre. No existe el mercado libre, se tiene el mercado menos libre. Y en su condición de ideal, el mercado libre, de conseguir en el tiempo el bienestar, no tiene eficacia, conforme a las experiencias de las naciones.


Contra dicho vacío se requiere identificar su doctrina que es el mercado menos libre, pero, equilibrado, lo que lo convierte en mercado justo. En concordancia con la Constitución en sus artículos, 59º, 61º, y conexos, que establecen la desigualdad natural de la sociedad y su evolución.


Expresamente, la constitución nos dice que es posible el bienestar con el mercado libre equilibrado. El mercado libre no existe, ni existirá, por la imperfección de la persona humana y los grupos.


Contra la economía de mercado, un economista peruano, país subdesarrollado, ha postulado la economía nacional de mercado. Implica el desenvolvimiento del mercado y el desarrollo de las energías nacionales de dichas naciones subdesarrolladas. Congruente, pues, dichas naciones subdesarrolladas necesitan desarrollar industrias nacionales con valor agregado en el espacio del mercado, externo e interno.


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro


Reforma: Desarrollo
Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro

sábado, 12 de marzo de 2011



El mercado interno y externo


En los años 2006 y siguientes, escribí, lo que había expresado por más de veinte años atrás, que el comercio constituye actividad por generar, crecer, ampliar. Que el pensamiento dominante en el Perú, y todo el sistema está diseñado en tal dirección, vivir a expensas de los recursos naturales, específicamente, de los minerales. El que conoce la historia del Perú, su época colonial y la república no puede negar dicha verdad.


Transcurrido el tiempo, en algún texto de renombrado periodista y economista, menos de un año, escribió que el comercio nos dice la condición de desarrollado de cualquier sociedad. Que el comercio es propio de sociedades desarrolladas. Y el auge y aumento de dicha actividad genera empleos de servicios.


Los productos naturales o minerales después que son exportados, se convierten en otros productos, destinados a su comercialización, al mercado interno del empresario o a su mercado externo.


En tal dirección, no hay sociedad si no existe mercado. Y si no hay mercado desarrollado no existe progreso. Tenemos al mercado externo e interno, y que, el progreso es producto de un buen mercado interno y mercado externo. Ninguno funciona distanciado del otro. Expresado dicha teoría, tiempo después, los expertos dicen lo mismo.


Lo aprendí no en la universidad. Los agricultores o productores andinos, a quienes adquiría su producción, destinaban productos a la exportación y otros productos al mercado nacional, porque eran de menor tamaño, maduro, calidad, precio, y otros factores. Los productores necesitaban, también, del mercado interno.


Y cualquier otro productor necesita, además, del mercado externo, del mercado interno, adquirir insumos, por ejemplo.


Cuando Abimael, sentenciado por terrorista, equivocadamente luchaba, no era por el progreso basándose en el mercado interno, por la administración de los minerales, pues, destruyendo infraestructura nacional y a líderes, no puedes construir el mercado interno.


Menos mal, que el 90% de los peruanos viven de su emprendimiento, informal o formal.


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro


Doctrina de la tributación, Autor Leonidas M. Bustamante Fierro
La doctrina de cualquier empresa, también, de la micro empresa, es tributar siempre lo menos, por eso, acumula capital y crece la empresa. Y explica el éxito del capitalismo en acumular capital por siglos.
Ejemplo práctico.
- Tributa
Venta total 1,500
Costo 300
Utilidad 1,200
Impuesto 30% IR 360 


- No tributa
Venta total 1,500
Costo 1,500
Utilidad 0,000
Impuesto 30% IR 0,000 No tributa

Al tener los costos e inversiones el 100%, no hay tributación. Es la clave del capitalismo y su acumulación. Existen otros tributos, pero, su filosofía, es lo explicado.
Teniendo al 90% de la población peruana que vive de su emprendimiento empresarial, aplicado la doctrina mencionada, es contradictorio con los intereses de los peruanos, y, además. Psicológicamente se desmotiva al tener más utilidad por su emprendimiento será, en vez de felicitado, reprimido.
El lema de que paguen más los que ganen más, no funciona en el emprendimiento de empresas ni en la captación de simpatizantes, pues dicho pensamiento se dirige a millones de potenciales empresas por crearse, empresarios informales por formalizarse, y formales por regularizar su empresa.
Y en aplicación de la Constitución del Perú, de la promoción del emprendimiento empresarial, de la propia doctrina del capitalismo, pagar menos tributación, esencia de la acumulación del capital, dirigido al 90% de la población, pagarán menos impuestos los que ganen más, formalizándose, que denominamos empresa rentable. Sustituyendo al lema caduco, arcaico y anti técnico, que pague más el que gane más.
Y dirigido a las 16,000 empresas, más o menos, que sustentan el presupuesto de Perú, además, que los costos de las empresas mineras en el Perú son superiores a la de Chile, dichas empresas conocen los límites de la legislación, y que, estructuralmente, los precios dependen del mercado, y no de la voluntad ni del Estado ni de la empresa minera, tal lema eficazmente es mínimo, hasta negativo.

Leonidas M. Bustamante Fierro 
              El Autor

       
Autor: Leonidas Bustamante Fierro

lunes, 7 de marzo de 2011

La competencia


La competencia no es un simple concepto, ni cualquier actividad. La competencia es concepto y actividad estructural. La inexistencia de dicha competencia produce males estructurales y que duran tiempo sus efectos en perjuicio de la sociedad y de los individuos.


Por eso, la competencia fue legislada y existe en la Constitución Política del Perú. Y de manera expresa y particular. En su artículo 61° de la mencionada constitución, dice: El Estado facilita y vigila la libre competencia…”.


De acuerdo al artículo 59° de la misma constitución -concordante con el artículo 58°, en la que dice que el Estado orienta el desarrollo del país-, el Estado tiene la obligación de orientar el equilibrio de la competencia en el mercado, combatiendo la desigualdad de dicha competencia.


Por tanto, la competencia y su equilibrio, artículos 58°, 59°, 61°, de la Constitución del Perú, es un concepto filosófico y doctrina que, obviamente, rige fundamentales actividades humanas. Que, sin embargo, al parecer, no se conoce, ni a nivel local, regional, nacional, de su significado trascendental.


Con dichos argumentos constitucionales será suficiente la importancia de la competencia y su equilibrio en el mercado. Pero, iremos más allá de dicha verdad.


Su ausencia produce decrecimiento o pobreza


Argumentaremos con ejemplos prácticos. En el distrito de Ate, provincia y departamento de Lima, Perú, tenemos a un mercado y conjuntos de tiendas a su contorno que denominamos polo, cuando el lugar e industrias son rentables. Que lo llamaremos Plaza Vitarte, con aproximadamente 19,000 metros cuadrados de terreno inscrito. Luego, tenemos a otro mercado, Plaza Ceres, también inscrito, con 20,000 metros cuadrados, de peruanos, pero, que no lo construyen años.


Su competencia, los supermercados, tienen a Metro, ex Enata; Plaza Puruchuco, con más de 14 hectáreas o 140,000.00 metros cuadrados, teniendo los polos aproximadamente 20,000 metros cuadrados, su natural extensión territorial, son siete supermercados, suspendido su construcción desde el año 2005, por razones desconocidas; Plaza Vea, en Ceres; y Plaza Vea en Santa Clara.


En tal sentido, la desigualdad de crecimiento es evidente, mientras los peruanos crecieron con los polos Plaza Vitarte y Plaza Ceres, los supermercados crecieron con diez Plazas o Supermercados. En proporción, los peruanos perdieron 5 a 1. No solamente en el futbol se pierde, también, en el mercado interno.


Habiéndose construido en Lima, y en otros departamentos de Perú, múltiples polos de Supermercados, necesario la evaluación y saber en exactitud la fluidez negativa o no de la competencia.


Según el diccionario, competencia, significa cuando las empresas rivalizan en la oferta o demanda de productos en el mercado. En el caso mencionado, al existir nueve supermercados contra dos mercados nacionales, la oferta de mercados hacia la población es obviamente desigual. Es decir, la competencia fluida, obligación del Estado peruano, no funcionó.


Eso explica el caro costo de vida, de la que tanto se queja la población. Por no cuidar su mercado interno.


Las malas consecuencias son múltiples. El caro costo de vida es uno de ellos. Con la debida competencia, los supermercados y mercados nacionales hubieran compartido el mercado, y, el costo de vida no constituiría quejas, al existir la normal competencia tarea del Estado en orientarla, conforme a la propia Constitución. Pues, los productos baratos provienen de los mercados internos, de industrias nacionales rentables que producen y dirigen su producto al mercado interno y externo.


No hay que olvidar que lo que más consume la persona, alimentos y ropas, lo encontramos en el mercado, y, que dichos productos y sus precios son factores de la inflación, a favor de su control, crecimiento o decrecimiento.


Con los supermercados se ha conseguido controlar la inflación, pero, no el caro costo de vida, que, es, finalmente lo que le interesa a la población. Es decir, la eficacia es el costo de vida barato o adecuado.


Si a los emergentes industriales nacionales, participantes de crear polos comerciales con diversas industrias, se les hubiera educado o educa, que su función no solamente es sectorial, es nacional, pues, el funcionamiento de su industria permite el control de la inflación y el barato costo de vida, tendrían conocimiento que emprender industrias nacionales en polos son muy rentables, lógicamente. Por eso, de lejos vienen a crear polos comerciales a Perú.


En tal sentido, la defensa de su existencia y crecimiento, no se basará en la creación de empleos, argumento reiterado que hasta la fecha no ha servido para su respeto, negándoseles políticas y marcos legales que la trasciendan, en que el rol de sus industrias es conseguir barato costo de vida, y, por supuesto, contribuye en mantener adecuadamente a la temida inflación, que por su presencia no se aumenta los sueldos o no se mejora las condiciones de vida de la población.


El error no está en la presencia de mercados o industrias informales, en su no formalización y la no debida competencia en el mercado.


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro

miércoles, 2 de marzo de 2011

La Industria moderna de la Cultura


La nación peruana, al igual que las naciones subdesarrolladas, urge de la creación de industrias, estructura del progreso permanente.


Chile tiene supermercados, con éxito en su mercado interno y externo. Industria militar, productos informáticos, etc.


De todas las industrias existentes, existirá la suprema industria, esa es la visión.


En tal sentido, las naciones con progreso identificaron, con la presencia de industrias normales, la industria suprema.


Haciendo ejercicio mental, el Perú siempre produjo cultura, por siglos. Con mentes oriundas o mezcladas. Aquél que conoce la historia, conoce esta verdad.


Por tanto, la industria a desarrollar, no se limita a las universidades, sino, en todos los espacios culturales y productivos, la industria de producir conocimiento moderno.


Dicha producción de cultura en todos los espacios culturales y productivos ya existen en el Perú, que se constata en los diferentes niveles educacionales, produciendo, por ejemplo, textos, modelos de ropas de vestir, instrumentos de producir, etc.


En el mercado peruano se inventó la administración informática, con particularidades y con calidad de exportación.


Nos avisa de esa tendencia, de producir conocimiento, que, además, se constata en la historia del Perú, al existir en el tiempo, la constante de producir intelectuales en abundancia.


La población peruana tiende a producir cultura.


Considerando que el conocimiento es factor vital de la producción, según los expertos, es ventaja comparativa de los peruanos.


No basta con mencionar que la educación, es el camino del progreso. Por su particular condición antropológica y su historia, su rol es producir cultura. Educación, especialización y producir cultura.


Sabiendo, científicamente, que, el proceso de adquirir cultura perfecciona tu intelecto, y con la inexistencia de la cultura, nadie, produce conocimiento, ni el científico, la ventaja comparativa de los peruanos es evidente.


La visión de la industria de producir cultura, la imaginamos, patentes, que ya existen, pero, se necesitan producir en abundancia y en calidad, de fórmulas, procedimientos, bibliografía, etc. Qué podrá la mente humana imaginar. Al igual que cuando le dijeron al científico que se puede vencer la distancia de kilómetros, en días a minutos. O, cuando las mentes sin imaginación, en tiempos antiguos, negaron que el hombre no es capaz de volar.


Autor: Leonidas M. Bustamante Fierro