viernes, 21 de enero de 2011

Defensa ideal de ideas



José María Arguedas, al igual que muchos intelectuales o líderes peruanos, fue perseguido por pensar en bien de la nación, en su lucha por la integración de los provincianos.



José fue encarcelado. La cárcel para cualquier persona es su muerte espiritual, faceta fundamental de la persona humana.



Ningún ideal hace daño, dicen los sabios. Cultivar la ignorancia es lo que hace daño.



El Perú, está lleno de historia de persecución, encarcelamiento de intelectuales o lideres. Historia no común que permite reflexionar de la existencia malas doctrinas. Y también, en otros países latinoamericanos, pero, más en el Perú.



Dichas ideas aparentemente se legítiman en épocas de crisis, que nos obliga a los aclaramientos culturales, y no se repita la mala historia, en defensa de las generaciónes actuales y futuras.



El que nació en el Perú, es peruano, y, además, continental e intercontinental. Conceptos simples, pero, ordinariamente no se aplica, al hacer juicios inexactos o prejuicios, a personas de todo nivel cultural, además, siendo contraproducente.



Nadie es malo, por ser del Perú. De la misma manera, el boliviano, chileno. La idiosincrasia de diferencias, hace daño a la sociedad.



Ideas enseñadas, desde el colegio, a odiar a grupos o naciones subjetivamente. En las aulas peruanas, bolivianas, hasta en las chilenas.



Ideas, hay que decirlo, equivocadas. Así, lo diga un maestro, doctrinario.



Defender las ideas es hacerlo con argumentos y no con prejuicios o dogmas negativos.